miércoles, 12 de diciembre de 2012

LA BRECHA EN EL CRECIMIENTO DE LA INFRAESTUCTURA DE TRANSPORTE Y EL COMERCIO DE AMERICA LATINA.


El desarrollo de la infraestructura de transporte tiene una correlación positiva con el crecimiento económico. Una mayor disponibilidad y calidad de los servicios de infraestructura contribuyen a incrementar la productividad de los factores y reducen los costos de producción, favoreciendo de este modo la competitividad de las firmas e incentivando la inversión y el crecimiento económico, el cual a la vez, genera un aumento en la demanda por servicios de infraestructura, complementándose el círculo virtuoso. Del mismo modo, la calidad y eficiencia de la infraestructura de transporte impactan directamente sobre los costos de logística en general  y del transporte en particular, también permite reducir la distancia económica entre los centros productivos y sus mercados de destino, influyendo por lo tanto sobre la distribución espacial de la actividad económica nacional, asi como en la forma en que se estructuran los flujos del comercio internacional.
En  América  Latina, la infraestructura de transporte, al igual que otros sectores de infraestructura, presenta importantes deficiencias. Más aun, si se compara la región con otras economías emergentes, queda de manifiesto que este rezago es tanto en términos cuantitativos como cualitativos. Una de las razones que explica este retraso, es que la inversión total en transporte en la región se ha reducido a la mitad durante las últimas dos décadas. Este retraso en la dotación de infraestructura puede condicionar seriamente el desarrollo de América Latina, al limitar las posibilidades de expansión económica en el tiempo, impidiendo los beneficios derivados de las economías de escala y la especialización, tanto a nivel subnacional, nacional y regional.



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