Durante los últimos años los países latinoamericanos han tratado de tener relaciones de todo tipo: políticas, sociales, económicas, culturales, educativas, religiosas, ideológicas, geográficas, etc.….
La integración económica ha prevalecido y es la que ha hecho
avanzar la formación de una comunidad latinoamericana. La complementación
económica se planteo en términos de crecimiento y de mejoramiento de los
niveles de vida de la población, tomando en cuenta los diferentes grados de
desarrollo de los países participantes. Por ello se ha expresado como la
promoción de un desarrollo “equilibrado y armónico”. Pero por otro lado, la
necesidad de complementación se presenta también en los aspectos sociales.
La generación de condiciones sociales no satisfactorias, la
insuficiencia del desarrollo y la recurrencia de crisis políticas y económicas
en la mayoría de los países latinoamericanos, ha conducido a la toma de
conciencia de que la región enfrenta situaciones y experiencias comunes que
requieren de esfuerzos conjuntos para superarlas.
Llegado la segunda
parte del siglo xx, entre los esfuerzos integradores que se destacan la
creación del ALALC, el ALADI y la fundación de organizaciones
intergubernamentales, como la Comunidad Andina (CAN) y el MERCOSUR.
Entrado ya este siglo XXI que estamos viviendo, la creación
de la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA) , fomenta proyectos de
unidad en América Latina. En este marco se han concretado acuerdos energéticos,
económicos, políticos, culturales y sociales.